La Fiscalía de Sánchez Carrión investiga sobre las agresiones a efectivos policiales y robo de armas en caserío de Coigobamba tras enfrentamiento de bandas de mineros ilegales que han vuelto a operar en un bosque, en Huamachuco. Mafias contarían con apoyo de malos agentes policiales
Las mafias mineras han vuelto a sembrar el terror en la provincia de Sánchez Carrión. Fueron bandos de mineros ilegales que han vuelto a operar los que se enfrentaron a balazos la madrugada de este último sábado por la disputa de mineral robado en las inmediaciones de un bosque del caserío de Coigobamba, donde los eucaliptos esconden una red de socavones.
El enfrentamiento dejó a cuatro policías heridos, y a uno le llegaron a robar su arma de fuego.Todo empezó cerca de la medianoche de este último viernes, los dos camiones salieron del bosque de propiedad de Fernando Polo Espejo escoltados por dos camionetas. Y apenas recorrió unos metros fueron intervenidos, aparentemente, por efectivos policiales. No hubo participación de la ronda de Coigobamba porque lo que ocurrió fue que bandas de mineros ilegales se enfrentaron por el mineral robado.
La Fiscalía de la Provincia de Sánchez Carrión ya investiga para esclarecer el hecho. Según denunciaron los pobladores, se trataría de nuevos grupos. Uno dirigido presuntamente por Jorge Espejo Moreno, investigado por minería ilegal, un tal Eusebio Valverde y los hermanos Cruz, que tendrían nexos con malos agentes policiales para operar con impunidad en la zona.
Estos sacaron el mineral del bosque Polo y cuando lo transportaban a Trujillo salió Valverde con su gente a hacerles frente y apropiarse del mineral que, supuestamente, había sido incautado por la PNP. Desatándose un enfrentamiento. El grupo de Valverde se llevó el mineral y el arma de uno de los efectivos policiales, quienes fueron golpeados. Según se supo, uno de ellos recibió nueve puntos de sutura en la cabeza. Incluso llegó al lugar otro grupo de policías uniformados en apoyo, pero igual fueron agredidos sin piedad y resultaron heridos.
Estos grupos dedicados a la extracción ilegal habrían extendido sus nexos para actuar con impunidad. Y es que, según los pobladores, malos agentes policiales prestarían servicio de protección a los mineros ilegales de Huamachuco, ya que reconocieron a cinco policías locales dando aparente seguridad a un bando de los mineros ilegales. Lo que generó mayor furia. Un hecho lamentable que, hasta el momento, no ha sido plenamente esclarecido por las autoridades policiales de Huamachuco.
Los comandantes de la Provincia de Sánchez Carrión, Antonio Cáceres y Róger Sayritúpac, argumentaron que se trató de una operación planificada. Se limitaron a decir que todo estaba bajo la investigación del fiscal provincial de Sánchez Carrión, Alfonso Asencio Angulo.
“Estamos hartos de que la Policía diga que interviene y luego hacen sus arreglos con los ilegales para que dejen pasar su mineral. Los comandantes Antonio Cáceres y Róger Sayritúpac también deberían explicar qué hacía la camioneta PNP código PL-16145, asignada en Comisaría de Huamachuco, en horas de servicio en propiedades de conocidos mineros ilegales de la zona hace dos semanas”, cuestionó un dirigente comunal.
Es necesaria la inmediata intervención del General PNP, el jefe de la III Macro Región Policial de La Libertad, General Francisco Vargas Andonaire.Si no hay una severa intervención, Huamachuco se puede convertir en una ciudad amenazada por la minería ilegal como sucede en Pataz y Otuzco. “Es urgente un cambio de personal policial por el bien de la población”, pidieron los comuneros.
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