En medio de una crisis educativa, resulta inaudito anteponer las necesidades de los docentes sobre el bienestar de los estudiantes. El director global de educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra, aseguró que las únicas decisiones políticas que deben tomarse en educación son aquellas que eviten que la política intervenga en temas que perjudiquen a los niños y adolescentes.
Tras el inicio de la pandemia del covid-19, el Estado peruano determinó que todos los estudiantes migren a la virtualidad. Si bien esta estrategia fue útil durante la primera ola de contagios, la situación se volvió crítica cuando el Perú mantuvo los colegios cerrados durante poco más de un año. Incluso, alumnos de regiones no retornaron a las aulas hasta marzo de 2022. Este cierre desproporcionado de escuelas no solo ha provocado que los niños presenten un retraso educativo entre 1 y 2 años, sino que también pone en evidencia cómo el gobierno es incapaz de gestionar recursos para favorecer a quienes son el futuro del país.
En cambio, sí se ha demostrado que el Congreso de la República, luego de aprobar con 81 votos el proyecto de ley N 1587, se encuentra muy interesado en autorizar que más maestros tengan la oportunidad de ocupar una plaza de nombramiento en el magisterio sin la necesidad de pasar por un concurso público. En este sentido, se puede observar que la integridad y aprendizaje de los menores viene siendo desplazada por la necesidad de más de 83 mil docentes, quienes a pesar de no haber aprobado una prueba de suficiencia esperan trabajar de por vida para el Estado.
El director global de educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra, comentó que todas las reformas políticas en educación deben evitar que las decisiones de grupos parlamentarios afecte el ritmo de aprendizaje de los estudiantes. Para el especialista, lo que observamos actualmente es todo lo contrario, debido a que se puede ver cómo algunos integrantes del parlamento buscan cumplir agendas políticas.
“Todas las decisiones del sector tienen que estar en función del bienestar del niño (…) Que la política no entre a las decisiones que impactan en el bienestar y la educación de los niños”, aseguró en un evento organizado por Propuestas del Bicentenario de Videnza Instituto.
Los legisladores no solo están vulnerando el principio de meritocracia al aprobar esta norma, sino que también permiten que la agenda política de Pedro Castillo tenga injerencia en el sistema educativo. A esto le sumamos el incremento del gasto público en el sector, el cual recibió S/ 41 mil 966 millones este 2023.
Es preciso mencionar que el Ministerio de Educación (Minedu) recibe un millonario presupuesto al inicio de cada año con el objetivo de implementar más y mejores recursos en colegios públicos y pagar un salario adecuado a los maestros. No obstante, sólo el 70% de este dinero es destinado a la remuneración mensual de los docentes.
Esto indica que, pese al millonario monto que se transfiere al sector, el gobierno siempre tendrá las “manos atadas”, debido a que debe priorizar el pago de salarios antes que la innovación de métodos de enseñanza. Por ello, el también exministro de educación mencionó que es sumamente necesario ser más eficientes con el dinero que recibe el sector educativo.
“Unos podrán decir que se puede gastar mejor en compras de tablets, pero la mayoría (70%) se gasta en salarios. Entonces, se tiene que hacer lo más eficiente posible esa inversión. “Necesitamos dos cosas, más inversión en educación, pero esa inversión debe asegurar una mejor experiencia para el niño en la escuela”, sentenció.
publicado por: Vigilante.pe
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