Las nanoparticulas también se aplican en la remoción de elementos tóxicos en tierras agrícolas, eliminación de bacterias en ríos altamente contaminados o mejorar las características textiles para el bloqueo de radiación UV y eliminación de microorganismos.
La nanotecnología podría convertirse en una aliada contra la Covid-19, afirmó el Dr. David Asmat-Campos de la Universidad Privada del Norte (UPN), quien desarrolló un estudio que promueve el uso de esta tecnología para la eliminación de bacterias, hongos o virus como el SARS-CoV-2 en las prendas hospitalarias, así como su uso en la disminución de los niveles de contaminación en ríos y tierras agrícolas.
Según el docente investigador, el virus del SARS-CoV-2 tiene una capa que al interaccionar con las nanopartículas, generan daño dejando expuesto su ARN, y por ende inactivando al virus.
Asmat-Campos precisó que la investigación permitó la creación de nanopartículas con un proceso mucho más económico, que no utiliza métodos químicos altamente contaminantes, sino desechos agroindustriales, abriendo una ventana para que la tecnología pueda implementarse a un menor costo.
“Las nanopartículas se obtienen a partir de un innovador procedimiento que extrae importantes componentes que provienen de desechos agroindustriales, como el orujo de uva, la cáscara de arándano, entre otros. Esto permite disminuir el incremento de los niveles de contaminación presentes en métodos químicos desarrollados en laboratorios y reducir en 73% los costos de producción del nanomaterial”, explicó.
La investigación del profesor Asmat-Campos sobre esta tecnología que promueve en UPN desde hace 5 años, abre una ventana de potenciales aplicaciones con expectativas de industrialización.
“La impregnación de esta tecnología en textiles de algodón ha dado buenos resultados superando las pruebas de universidades como UNAM y UBA. Esto nos hace candidatos para la aplicación a gran escala en el ámbito de las actividades hospitalarias, exponiendo menos a las personas que utilizan estas prendas”, detalló el experto.
Para David Asmat-Campos, la aplicación de nanopartículas en diversos campos de investigación permite resultados interesantes y es una motivación para involucrar esta ciencia dentro de una economía circular, es decir en un ciclo de vida mayor, sin perder su valor y aprovechando los residuos agroindustriales.
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